.Tantas letras tontas



Tantas letras tontas, puestas una detrás de otra, caminando juntas y contando historias; sobre todo las que no han ocurrido. Las caras B de la vida que no vivimos, porque sí, porque joder o porque motivos. Porque algo tendrá su compañía que hace que algunos les demos casi más amor que a nosotros mismos cuando la voluntad flaquea y cuando se nos agolpan tantas ideas al final de la cabeza que lo único que podemos hacer es ver en vacío, hablar en blanco y despensarnos hasta matarnos.

Cojo una, la enhebro en la punta de una desilusión y coso los rotos de la camiseta que nos arrancamos a mordiscos y empapamos con la saliva que escupimos entre reproches; me la vuelvo a poner y en realidad veo que no me quedaba tan bien. Y así puedo seguir adelante con todo lo demás, con la certeza de que ni en mis mejores cuentos podía poner un final feliz a nuestra historia; solo uno más en silencio.

Cojo otra, y empapo las cerdas del pincel de una alegría que dejó de caberme entre las costillas. Le doy un par de vueltas y trazo nueve líneas al azar en la pared del piano donde me gustaba mirar al infinito las mañanas que no le encontraba rimas a tus labios; ni a los de nadie; y entre lágrimas de colirio vislumbro el contorno astigmático de la fuerza, y de la verdad, y me abrazo a ella con ganas de besarla, desearla y volverla inmortal.

Tantas letras tontas, puestas una detrás de otra, que al final quedan tan bonitas que no sé si es cosa mía o si se colocan solas.

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