.Palabras


Mi voz no es mi voz; son mis palabras nadando en el aire.


Palabras que no son palabras sin que antes fuesen ideas, que no se pensaron antes de que el mundo se condensase dentro de mis pupilas y fragmentado en imágenes. Imágenes que vi, viví y morí, o maté, o que guardé y me mataron en el recuerdo de un ayer templado con sabor a mañanas muertas bañadas en café. Mañanas que no son la de mañana, que me cogen de la mano y me hacen daño, y me arañan, y duele, y grito de rabia, y se ríen, y se ensañan; todavía más.

Todavía más, más allá. De las malas rachas y de los buenos vientos; los que me traían cada noche el perfume de todos tus alientos. Alientos de primavera, verano, de otoño o de invierno. De vida, de suspiros, de risa, de las buenas y de las malas noticias. Alientos de muerte, de llanto, de jadeos y de la certeza de que no nos veremos porque no queremos, pero aún así  nos echaremos de menos; menos cuando soñemos en las palabras que no nos dijimos porque invertimos en vivirnos el tiempo que tuvimos.

Palabras, nadando en el aire. Palabras que no fueron palabras sin que antes fuesen ideas, que no se pensaron antes de que el mundo se condensase dentro de mis pupilas fragmentado en imágenes.

Palabras que no existen porque de grande que eres dentro no cabes.

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