.Entre cravings



-¿Dónde estabas?

Por ahí dando vueltas, sin más; sin rumbo y porque motivos. Más buscando las razones que las emociones y probando a mirar al mundo un poco entre las rendijas, un poco más escondido. Dando vueltas, empachándome de noches, catando amaneceres y durmiendo sueños más afilados que mi lengua cuando prueba el sabor agrio y reseco de los reproches. Y como vi que el ficus estaba muerto, cuando tocaba resucitar me fui de vacaciones.

Sin más, sin rumbo y porque motivos; más buscando las cosquillas más allá de las rodillas que los escalofríos de mi colección de recuerdos de medianoche. Cantando, smorgorsando y tocando de vez en cuando; olvidando el hambre y ahogando las madrugadas entre cravings de dulce (de derrota) para despertar sudando con todas las horas bailando a mi alrededor justo cuando había cogido la postura abrazando al edredón.

Hasta que de repente me dio por despertarme, ponerme guapo y entrar sin preguntar en todas las puertas que me encontraba sugerentes por la calle. Unas se abrían solas, otras costaban, las que menos iban para el otro lado y todas las demás me dieron sonoramente en la cara, pero con amor. Me he llevado un par de bofetones con la mano abierta, cicatrices y reprimendas, pero también un buen puñado de sorpresas de esas que ya no te esperas; de las que son tan improbables que cuando todas las casualidades coinciden hasta te parece normal (y lo bien que sientan...)

Sigo con el horario cambiado, las ganas con correa y las ideas volando demasiado cerca; y creo que ya va siendo hora de dejarme de mamonadas y sacar a pasear de nuevo a la bestia.

-Nada serio, liado con un par de historias. ¿No nos debíamos un vino?

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