.Un pingüino asando chuletillas de cordero


Sí, estoy muy bien. Tanto que hasta parece que no, ¿verdad? Pero confía en mí que me conozco; ahora sí. Llevo un rato dándole vueltas al pensamiento lateral, ha pasado lo inevitable y he encontrado una espiral, y tiene gracia porque es justo lo que no andaba buscando, pero los regalos inesperados saben tan bien que en esta vida no tengo ganas de no disfrutarlos. Llámame rebelde si quieres, pero así van las cosas en mi cabeza, muy desnudas y muy mal hechas, pero en eso de equivocarse está lo bonito de estar vivos, ¿no?

El otro día haciendo limpieza encontré una idea de hace tiempo, a ver si os gusta. Básicamente enuncia que la forma más rápida de unir dos puntos no es la evidente, de coger una regla y pintarte una línea recta, sino más bien doblar el Universo por la mitad y y hacer que los dos puntos se conviertan en uno. ¿Extraño? A mí me gusta porque siento que así soy parte de las cosas. ¿Demasiado rayado? Pues no sigas leyendo. Piensa, vamos, piénsalo y sigue cuando tenga algún color. ¿Blanco como Febrero? Sigamos.

Así me cuadra que de repente me tope con las cosas cuando voy andando en dirección contraria, que el caos se ordene solo y que sólo queriendo estar solo te puedan dar ganas de romperte las normas. Que todo fluya, te pongas delante y digas que en realidad es cosa tuya, que jugando con disjuntos al final se hace un conjunto muy muy grande que los no entendidos tenemos la cara(guapa) de llamarlo arte. Y ole nuestra cara.

¿Lo difícil? Que al Universo no es fácil doblarlo, tienes que aprender a encontrarle las cosquillas y eso lleva su tiempo... Tanto que igual te cansas de buscar, optas por irte de paseo, no pensar en ello y de repente un día durmiendo te despiertan unas carcajadas al otro lado de la almohada que más que alegría te dejan más loco que si hubieses visto a un pingüino asando chuletillas de cordero (molaría, ¿que no?).

Como decía un colega:

Esto es como cuando intentas tanto una cosa que ya sabes que no va a salir.

¡Pues paciencia hermano! A mí fregar me inspira, cocinar me relaja y el Soul Calibur V me pone como un furby, son cosas que pasan... Y que me hacen pensar que eso de vivir voy a gozarlo tanto que por mí como si lo trascendental se quiere quedar  hasta pasado mañana viendo el fútbol en su casa. De momento a ver si con esto me quito el mono de ponerme intenso y me dejo la semana libre para escribir y vivir cuentos.

¡Buenos días!

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