.Meanwhile, en el calabozo...


Hay una teoría que afirma que si alguien descubriera lo que es exactamente el universo y el porqué de su existencia, desaparecería al instante y sería sustituıdo por algo aún más extraño e inexplicable.
Hay otra teoría que afirma que eso ya ha ocurrido.

Douglas Adams.

Mariano se despertó sobresaltado en su lecho de amor.

-No, no puede ser... ¡Maldita sea!

-¿Quooooéoooooicescaiño? - Comentó Conchi entre bostezos.

-Ya ha pasado. Todo.

-¿Todo? ¿Qué es todo?

-Digamos que tu sobrina nieta está ganándose sus apellidos a pulso.

-¡No me jodas! ¿Ya se ha manifestado? ¿Tan pronto?

-Mujer, te recuerdo que tú a los 25 ya estabas, digamos, "salvando" el mundo.

-Ya, ya, pero yo pensaba...

-¿Qué, que se librase? Por favor, no seas ingenua...

-Pero alguna vez tendrá que parar, ¿no?

-¿Tú crees? Mira, yo sólo espero que podamos arreglarlo rápido ahora que sabemos cómo atajarlo. Ponte un petardo en el culo, que vamos a buscarles.

-Hummm, ¿un petardo, mi chiquitín? - Dijo Conchi picarona.

-Conchi, ¡Coooonchinomejodasquenopodemos! ¡Cooonchi! ¡Ay! ¡Ayay! ¡Suelta, suelta!

-Jijiji... ¿Estás seguro fibrillas?

-Bueno, pero sólo un poquito...

Dos horas después salieron por la puerta. Es lo que tiene que no haya consenso en cuánto dura "un poquito"...

-Y el pobre chavalín, la que le ha caído encima... -Dijo Conchi.

-Descuida cielo, está demasiado enchochao para que le importe un poco más de... Rigidez moral, vamos a llamarla.

-Mariano, ¡no es un tema para tomárselo a guasa!

-Vaaaale vale perdooona. Ya no puedo ni tomármelo con humor...

-Mira que te conozco hace años y sigues siendo igual. Nunca cambiarás.

Meanwhile, en el calabozo...

Dios, Dios, Dios, ¿pero en qué berenjenal nos hemos metido? La madre del cordero, si sé que se pone así con las abuelas no la saco de casa en hora punta. ¡Menudo peligro! ¿Y esta tía en navidades qué hace? ¿Se queda en casa? ¡Ay dios! ¡Imagínatela buscando aparcamiento en preciados un sábado en diciembre! Yo creo que aparecerían voces susurrándole "vete a por la abuela, que te dan 10000 puntos...". Puf, bueno, mejor djo de desvariar, que de aquí a montarme la película hay un paso. Voy a reengancharle la correa al cerebo y a pensar fríamente a ver cómo salimos de ésta.

Lo primero, ¿cómo he podido ser tan rematadamente idiota de venirme al calabozo con ella? Ay pero mírala, es que está tan mona dormidita... ¡No! ¡No puede ser! Un poquito de dignidad, moreno, que esos policías se han reído de ti en tu cara y... Oooooy, mira qué cosita, que le ha dado un espasmo durmiendo, voy a taparla que parece que tiene frío...

-¡Eh, tú! ¡Calzonazos! ¡Deja a la princesita tranquila, que le viene bien calmarse! - Dijo un guardia peregrino.

Fail. ¡Imponte!

-¡Eh, oye! ¡A mí no me hables así!

-Venga gayumbos, no me jodas y déjate maltratar un poco, que tengo el día aburrido y creo que tú también buscas conversación, ¿no? Si total, nadie te va a ver humillándote más de lo que ya lo has hecho.

Sé fuerte. Mantén la mirada de odio. Que se note que le odias y que podrías inflingirle daño físico. Mucho daño físico.

-...

-Bueeeno bueno no te pongas sensible y quita esos ojitos, Bambi, que igual lloras, se te corre el rimmel y no quiero escenitas, ¿eh?

-¡Yo no uso...!

-Que ya, que ya... ¿Es que no sabes encajar una broma? Qué poca deportividad hombre. Venga, que te veo tenso, relájate y cuéntame algo.  ¿Cómo conociste al bombón? ¿En una barra libre de fantas?

-No, fue una noche que... ¡Oye!

-¡Jajajajajaj! Ay pero qué tontín, qué mono. Qué pena que no te dejen aquí unos meses más porque me iba yo a reír contigo...

En ese momento aparecieron Mariano y Conchi con sus mejores galas: el vestido rosa pastel de terciopelo de ella y la camisa hawaiana de él. Combinaban tan mal y hacían una pareja tan esperpéntica que nadie se había atrevido a impedirles el paso a ninguna parte.

-¡Mariano! ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has sabido que...?

-¡Niño, a callar! Tú, orangután, sácate al pimpollo éste de la jaula y déjamelo un rato, que tengo que contarle un cuento antes de que se vaya a la cama para que duerma bien.

-¿Eres un girasol que...?

-Seeeh, seh, seh... Soy un girasol que habla y tengo una camisa hawaiana, ¿qué pasa? Estoy un poco hasta las pipas de esta xenofobia que tenéis los humanos hacia los de mi género. ¿Y sabes qué te digo? Que estoy planteándome partirte los morros ahorita mismo para dar un poco de ejemplo, que ya tengo suficientes quebraderos de tallo como para que me llegue un imberbe petulante como tú y se ponga con su discursito de "¡Uuuuuh! ¡Un girasol parlante! ¡Uuuuuuh!". ¡Asúmelo, cachocarne!

Cara de poker con tonalidad blanco nucelar (sí, nucelar) enmarcada por cabellera de espanto y ribeteada con ojos al borde de rebasar el límite estable de su situación en las cuencas (a puntito de salírsele de las órbitas, oye...). Así se quedó el amigo mientras abría la puerta sin decir ni mu.

-Y... Y... ¿Y si se despierta la chica qué le digo?

-No te preocupes. Después de la primera manifestación suelen dormir 24 horas seguidas.

-¿Manifestación? ¿Manifestación de qué? - Dije yo.

-Tenemos que contarte un par de cosas... ¿Te apetece un café?

-Mejor un pacharán.

-¡Bueeeena elección!


Entradas populares