.Inmortal

Se me había olvidado lo bien que sientan los golpes de viento por la mañana, y los mordiscos grandes de cualquier cosa, y las duchas con agua helada.


Había perdido la costumbre de tener las cosas claras y de encararme directamente cuando el diablo me tira piedrecitas por la ventana; y del calor que llevan algunos helados, la magia del desnudo del alma y lo bien que huele tu aliento en mi cara.

Con el frío le perdí el miedo a la soledad y he vuelto a recordar que no le tengo miedo a la muerte porque todos somos inmortales hasta que se demuestre lo contrario.

Eres inmortal hasta que se demuestre lo contrario.


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