.Pues no, no lo sé
No teníamos escapatoria, pero nos daba igual, ¡estábamos encantados! Todos trifásicos (¡hasta la maraña de pelos!) bailando como si no hubiera un mañana; era digno de verse.
-¡Hahaha! Dame tequila mami, ya tú saeh I like to play con loh limonsitoh, salaándote enterita en tu casita, with your friends. Pa verte doble con tuh cuatro cositah bailándome ahí, ahí, you know right there I like it todoh juntoh playing my game... ¡Daleh!
-¿Perdón?
-¡Haha! I just wanted to say hola.
-Un poco enrevesado, ¿no crees?
-Ya tu saeh lo que le guhta a lah mami, suavesiiito rico, hmmm... ¡Tasty!
-Aaaanda tú. ¿Y de verdad que no sabes hablar normal?
-¡Hahaha! No intenteh jugar con fuego amigo, que you know you can't catch me anywhere papito.
Ahí Mariano entró de pacificador a calmar los ánimos.
-¡Bueno bueeeeeeno! ¡Haya paz señores! Vamos a la barra a arreglar este malentendido.
-¡Fetén!
-¡Daleh!
Una vez acodados en la barra y después de que Pitbull le firmase un autógrafo en el pezón a mi compostura y a mi colega (si no os acordáis, antes de ir a cazar girasoles se fueron de parranda juntos e intentaron usar a nuestro calvo amigo como excusa para ligar) y de firmarles una carta de recomendación para todas las rubias del globo, llamamos a la camarera.
-¡Hola chicos!
-¡Daleh mami!
-¿Qué os pongo?
-Ya tú saeh...
-Pues no, no lo sé.
-...
-Pitbull, te veo raro. ¿Estás bien?
¡Qué escena! ¡Qué espectáculo! En serio que nunca he vuelto a ver a alguien convulsionar con una intensidad vibratoria ni remotamente parecida. Empezó a echar espumarajos por la comisura, y como propulsado por las babas, la cabeza empezó a girar en círculos y a echar humo y chispas hasta que salió despedida a la otra punta de la discoteca. Mi compostura y mi colega se fueron como alma que lleva el diablo a por ella para usarla de señuelo nocturno, pero Mariano y yo no podíamos movernos del sitio.
-Alucinante... - Dije.
-Ya te digo...
-Así que era un robot... Esto explica muchas cosas.
-Ya, pobre... Con lo bien que lo disimulaba. Sin embargo parece que se confiaron.
-¿Por qué lo dices?
-No previeron que jamás alguien pudiera llegar a decirle que no lo sabía como respuesta al "ya tú saeh" y ha entrado en bucle.
-Pobres...
-Pecaron de orgullosos.
By R. |