.N'importe quoi

Así como respiras, las tardes resucitan en la boca con la comodidad de un mordisco de pastel de manzana con canela; tan mullido que se te ha olvidado cómo despertarte del todo por las mañanas.

Y ya no recuerdas a qué saben los días de sinsabores y tampoco sabes por qué ni te importa. Sólo te preocupa que tus palabras huelan a ti y dejen un regusto a nuez allá donde vayas dejándote caer por entre las casualidades (que después de todo no lo son tanto).

Tanto tiempo después de esconderme detrás de las piezas de adolescente que no encajaban, detrás del futuro fuera de lugar, de la mitad de respuestas que me faltaban para decidirme a respirar... Después de decorarme la cabeza y dejarla patas arriba es momento de abrirla de par en par y ver qué pasa si dejas todas tus ideas volando en random.

N'importe quoi.

Ahora, si no te importa, me voy a pasar la noche mirándote a los ojos hasta que dejen de contarme cosas.