.No todo va a ser bailar
A la mañana siguiente retomamos la conversacion donde la habíamos dejado.
-Te decia que si conocias la teoria del absurdo...
-Que... No... No tengo ni idea, perooo...
-Quita esos ojitos bambi, y las manos quietas, que no todo va a ser bailar.
-Mujer, no era eso lo que pretendía precisamente...
-¡Que no tontín! Es que ahora lo llaman así.
-¿Desde cuándo?
-Desde que decidí que sois todos unos incompetentes empatizando en la horizontal, y como no me apetecía frustrarme empecé a cogerle el gusto a la coreografía. Pero en eso sois incluso peores, no sé cómo la evolución os ha dejado vivos.
-Vaya, lo sien...
-Tranquilo bombón, que conmigo en dos semanas serás un maestro. Y ahora ale, ¡a casita! Que yo también tengo vida.
Después de un día en blanco imaginando prados verdes y escenas idílicas dignas de vomitonas multicolor y una noche de dormir como un dios sin haberme duchado para conservar su olor, desperté bañado en sudor. Pudo haber sido porque allí olía a magia, por el calor, por alguna rave peregrina en pleno apogeo o por algún meteorito pululando por el cinturón de Orión, pero no...
Tantos años de enseñanza de pago para esto, para que se me olvidase pedirle el teléfono.