.Dolce farniente

 Y de regalo, un saber ser, un saber encontrarse y un saber dejarse encandilar, ma non troppo. 


 Con los pies en el aire, pero sin soltarle la melena a los acordes, que a poco que me emocione me largo volando y aquí no me encuentra nadie.



 Saborea el aire, que no huele a nada, y así me dejo los huecos para pintarle los recuerdos que a mí me dé la gana llevarme de este viaje.


 Tostado de sal, saliendo de nuevo, de un nuevo respirar, de mis rizos con el viento.




 No pares, por favor, que a estas horas el atardecer ya corta el cielo y me sangran las ganas de volver y de volver a vernos. Y mientras tanto pienso en tus omóplatos recortados con el alba y no duermo.


 Para qué si ya dejó de hacerme falta encontrarte en mis sueños.


 Dale más música al veneno de tus dedos, que tus saboríos combinan muy bien con el compás de mis desvelos.


 Ojalá que tus colores no dejen nunca de sonar; aunque te hayas ido, aunque nos dé pereza recordar.

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