.Sólo puedo decir que me encanta

  Querido Yo,
  Con el adiós me vienen las imágenes del primer día, el primer do y la primera sonrisa. De tarde en tarde, amparado en la excusa de no tener vida, pero convencido de que necesitaba cada semana mi pequeña dosis de esta nueva familia, pintábamos las horas a brochazos de melodías y, poco a poco, nos dejábamos caer en la complicidad de vibrar a la vez.
  Sé que cuando vuelva el frío pensaré en el dos de mayo, congelándome las manos y leyendo en cuatro por cuatro. Que con el sol querré cantar al mundo para llevarlo más dentro y que todos los bancos de Madrid me recordarán navegando en prosa, a lomos de mi barco rematado con una clave de sol en el mascarón de proa.
  Ojalá con los años se me solapen los buenos recuerdos y sólo pueda decir de mi vida que fue feliz. De momento “sólo” puedo decir que me encanta.
Madrid, primavera del año en el que me conocí.

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