.Miedo a desafinar

  A veces, cuando pierdes algo muy muy querido, el miedo a que duela más de lo que merece la pena respirar te tapa los ojos con cuidado para que no seas consciente de lo que en realidad significa la ausencia para ti y así seguir viviendo.

  Otras veces, cuando los viejos amores no son más que una sombra lejana en el horizonte de los recuerdos, de repente llaman a la puerta una tarde de martes y encuentras en el felpudo un sobre con una canción y un beso.
  Atrévete, canta, déjate querer y pierde el miedo a desafinar para volver a ver, para volver a verte al alcance de mis dedos.
  Y ya no sé si me apetece más comerte a besos cuando nos encontremos o descubrir a qué saben cada uno de los cuatro días que faltan para vernos.

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