.Esperando al alba



  El mundo ha dejado de esperarme por las mañanas antes de empezar a dar vueltas y ya no me quedan fuerzas en los lunares del pecho para cubrirte de besos por contrato.
  Aunque ya no vaya cada miércoles a gritarte que te quiero, me escaparé siempre que pueda de madrugada a susurrarte cuánto te necesito. Cuando sólo la luna pueda vernos, cuando sólo ella nos bañe y nos vuelva eternos, y den fe las esquinas de Malasaña de que no ha pasado una noche sin que dejase de serte fiel.
  Ahora que somos libres por fin, que colmamos nuestros bolsillos del tiempo que imaginamos pasar juntos, podemos pasar enredados cada minuto que nos queda.
  Y vivir.
  Vivir la vida de los momentos que redondeamos con el aire que sale de mis pulmones y del mecer de tus caderas, y agazaparnos tras las esquinas esperando al alba para bebernos la mañana del rocío de las flores de Abril.
  De un Abril que se nos muere entre las luces que nos deja en la mirada.

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