.Virutas de sacapuntas

  Al amparo de la locura muchos nos preguntamos hasta cuándo podremos seguir viviendo así: tan frescos y tan salaos. Hasta cuándo nos durará la ilusión por cambiar el mundo al que rodeamos, por despertar todas las mañanas en pos de alguna idea peregrina o por buscarle las cosquillas a la mala suerte si le da por aparecer detrás de alguna esquina.

  Al final lo mejor es hacerse un petate compacto e impermeable e irlo llenando a medida que pasan las mañanas con un montón de cosas inútiles, pero que nos hagan felices. Y si nos caza la desidia haciendo el pino y no podemos convencerla de hacer un castellet improvisado, poder lanzarle un montón de virutas de sacapuntas a los ojos y escondernos detrás de algún universo inventado, de una canción improvisada o de nuestro primo de zumosol.

  Corriendo detrás de los sueños de siempre consigues que no te cacen las pesadillas. Mientras ignoremos que las cosas pueden salir mal, todo irá bien. Mientras no nos cansemos de perseguir la luna, estaremos a salvo.

Miau.