.De un solo trazo

  Dejar las palabras flotando en el aire es la mejor forma de grabártelas en el alma, y dejar el alma flotando en el aire es la mejor forma de grabártela en el cuerpo. Fueron mil días de ideas locas, de idas y vueltas de lo mismo, rondando una y otra vez los mismos caminos, una y otra vez en cada sentido.


  Un momento de cordura, un movimiento de muñeca, un solo trazo y una idea que echa a volar.

  Decirle al viento en forma de verbos y demás compañeros líricos de juegos lo que hace tiempo que me quema por dentro y que pugna por salir. Que marca mis días, que me mata y que me da la vida. Lo que me mueve el alma, lo que nunca tuvo fin.

  El principio de mí mismo y el baile del universo que se desvanece allí donde me nacen las alas.

  De la intención de vivir el paradigma, y de ser tú quien calza las bridas. Un matrimonio con mi conciencia, con todas mis locuras, mis amarguras y mis consecuencias. El recuerdo de una promesa y la firma del contrato de cuando decidí volverme gato y maullar cada noche a la luna llena.

  Y así, en un momento de cordura, me puse la rúbrica de los artistas que se enorgullecen de su obra. De un trazo y dos puntos. Los dos al principio, porque mi camino no tiene fin.