.Azul

  Como el tono pastel del que tiñes los recuerdos inocentes de tu infancia. Como el cielo en el que te bañabas cuando de niño te tumbabas en el patio a buscarle figuras a las nubes, que por aquel entonces eran de algodón de azúcar. Como el color del agua de tus dibujos de parvulario, como las sábanas que te ponía tu madre para soñar volando, como un matiz alegre en la tragedia o como un anhelo precioso.

  O como una ola…

  Sí, como una ola. Como una ola que crece desde lo más profundo del océano en espiral hasta nuestro reino y parte la luz en menudos flecos que brillan, plenos y sin dueño. Reina de la tierra, el mar y el cielo. Coronada con la espuma que moldeo a mi antojo mientras le busco nuevas posturas a mis piernas en el reposo. Y entre las sombras de la noche fundir tus contornos con el roce entre mi ser y la escapada de mis demonios, para retorcerme en un espasmo, con las convicciones por delante y el pecho en alto y desgarrado.

  Y caer otra vez dormido, hasta que todo el aire que respire sea mío.