.Gris mate

  Allí donde guardé todas las palabras que no dejé salir de mi boca. Allí donde dejé caer todas mis fantasías antes de que tomasen forma, por si resultaban ser más bellas que la realidad. Allí donde no hay gestos porque no hay nadie para quien merezca la pena hacerlos. Allí donde mis latidos caían a 38, donde mis párpados perdían su razón de ser, donde la luz no hacía sombras. Allí donde el sonido no es más que la imagen de una gran inmensidad de nada que te ahoga si le dejas y huye si te acercas. Allí donde los días tienen 12 horas porque no diferencias el sol de la luna y donde tus gritos sólo suponen una implosión de rabia en lo más hondo de tu ser, que empaña cada brillo de esperanza que te mantenía atado a lo que deseabas ser.
  Allí, donde los sueños son en gris mate, dejé todos aquellos cuadros que no me dejaban mirar por las ventanas, cerré y me llevé la llave al fondo del mar para no verla nunca más.
  Pintaré con palabras las paredes y las recompondré cada día para que no dejen de decirme lo que sólo se escribir. Porque las noches que más arropado dormí fue por culpa de algún verso que quise entender que era para mí y que decidí llevarme a la cama conmigo para ver si por casualidad me abrazaba en algún descuido y me recordaba lo bello que es vivir.


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