.Fetén

  Es curioso darse cuenta de vez en cuando de que olisqueamos la vida por los mismos rincones.

  Me hace gracia cómo la calle en la que sólo había frío se vuelve de repente escenario de nuestros desafines en cuanto nos tomamos dos pacharanes (de buena marca), mientras nos imaginamos el humo que tendría que rodearnos para que la escena fuese fetén.
  Nunca dejará de sorprenderme la facilidad con que, en un minuto, llenamos los silencios con chichés para en el siguiente enzarzarnos entre mil ideas, pugnando con nuestras faringes por encontrar las palabras adecuadas (y saber pronunciarlas).
  Y es que a veces no hay nada como la ausencia de sorpresas o como la confirmación de los "para siempre" que nunca se firmaron, pero que cuelgan orgullosos en el centro del escenario de tu futuro.
  Cantamos hoy, cantamos mañana... Canta, que tenemos que inventar rumbas dentro de una semana.

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