.Soy


  Hace no mucho me hice un tatuaje a modo de promesa en lo más profundo de mi ser. Las condiciones venían en papel pautado y lo firmé con un sonoro "Cobritas" como declaración de intenciones. Rezaba así:

  Érase una vez un bebé redondo que tenía casi más ojos que cara. Pasó el tiempo y poco a poco desaparecieron los mofletes y salió la barba, pero los ojos seguían siendo del tamaño del mundo. Mi oculista dice que por eso se me resecan las lentillas, pero a mí me da que así lo que pasa es que veo más vida en menos tiempo y así me va. Así de contento.
  El tiempo me pasa a su ritmo. Felicianamente, onda pachorra, al más puro estilo autorregulao. Unos días más rápidos, otros más lentos, unos más ligeros, otros más densos... Y no se lo reprocho, oye, sus motivos tendrá. Lo interesante es que no pare, que no pare, que sino se me agarrotan (y abarrotan) las ideas y se posan los malos tragos en lugar de diluirse entre los buenos. Y luego a ver quién es el listo que se pone a limpiar eso... Desde luego yo... Sí. Al final no queda más remedio.
  Me lo paso pipa cantando y bailando. Así mi alma se pone contenta. No tengo ni idea, pero mis hombros tienen vida propia y cuando les dejo moverse a gusto se ven tan felices que no puedes decirles que no. No pasa un día sin danza y es magia matizarla del color y el tacto que lleve puesto ese día. Qué haría sin ti, qué haría...
  Para mi gente soy un alma transparente y de ella son sus dueños. Son magia en mi mundo, demostraciones de una promesa, motivos para reir y el centro de una vida que cada día se vuelve digna de ser vivida.
  Que no pase un día sin susurrarme mis alegrías.
  Que no pase un día sin gritaros lo que os adoro.
  Soy del color que yo quiera.

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