Como agua clara

He cogido hábitos extraños, como olvidarme de andar y pendular a la mínima que sincronizo con el ritmo que me traigo de vuelta. Puedo decir que sé qué se siente cuando tus pies se pasan más tiempo volando que en tierra, y es que uno es más ligero si vive bailando.


Que la vida real es curiosona, pero me renta coleccionar micromundos y pasar mis horas muertas en ellos, tomándonos unos litros, escuchando la misma canción de ayer (y de anteayer), tostaos como perras, con la bota, bailando como lagartijas, viendo amanecer con nuestras ojeras farloperas, despiertos aunque los verdes se crean que llevo tripis, tocando cima y cumpliendo nuestras promesas de las 5 de la mañana, por bizarras que sean (porque somos perroflautas de palabra). Y que la vuelta sea un tetris digno del mejor pogo de Alameda.

Le quité la solemnidad al hasta luego para tener que despedirme de vosotros una vez más.

Me ha rentao.

Entradas populares