y de repente...

De ambientación plomiza iban caracterizadas mis ideas y desvaríos.
Al tran tran de una procesión de malinterpretaciones, perspectivas torcidas y demás polaridades trastocadas, trotaban fantasmillas de lo más variopinto acallando mis voces internas (con lo majas que son, desde luego...) y trazando un mapa de silenciosos susurros que se perdían entre mi coherencia.


Al son de un lejano retumbe volvieron una a una sus cabezas mientras sus vaporosas caras se torcían en una mueca de incredulidad y...

Torbellino de emociones tontorronas. De repente anhelos y miedos nadan juntos en la misma espiral. Que sube, que baja... Como una montaña rusa sin railes que campa al tun tun entre lo cilíndrico de mi zona media. Y mientras se disuelven los vahos de silencios voy tomando conciencia de que me crezco, y disfruto del clímax entre un orgasmo de certezas (viejas amigas).

Y como guinda del pastel, la sonrisa más tonta del día.