Tremble

Tiemblas, te retuerces por fuera, te contraes por dentro, te encoges y te congelas.

Ya no percibes, ya no sientes, ya no eres, ya no vives.

Sólo esperas.

La línea del tiempo se cierra y se acorta. Y todo se repite.

Todo se repite.

Porque tú no eres tú, eres siete. Ni dos, ni cinco, ni seis (no, por dios, por favor, no...).

Y te encoges, tiemblas por fuera, te retuerces por dentro, contraes el alma, te congelas y esperas...

Hasta que salga el sol.

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