Te miro.

Un poco con vergüenza, a oscuras, de medio lado, con el rabillo del ojo, de soslayo...


Porque sólo te miro si no hay nadie cerca. Porque no quiero que nadie lo sepa.
Y ensoñado anhelo que te gires, sólo un momento, sólo por una certeza. Que allá a lo lejos me dejaré mecer manso en un parpadeo, y se me va la cabeza.
Cierra los ojos y huye tranquila, que mañana volveremos a vernos. Que sé de un lugar donde se esconden las musas, y sólo con risas, ademanes, hoyuelos y, tal vez, un par de mechones de moreno, ya me las maravillo para evocarte cuando quiera mirarte.

Un poco con vergüenza, a oscuras, de medio lado, con el rabillo del ojo, de soslayo...

Esta noche te miro, que quiero dormir arropado y soñar bonito.

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