Ha aumentado el negocio de viviendas multipropiedad.
Quizás voy ya inspirado de serie por el exceso de espirituosos que vengo administrándome de un tiempo a esta parte. O que cada vez me voy tomando más en serio mi papel onírico de Teórico de lo Absurdo, pero, enunciado así rápido, me encanta decir chorradas, y cuando descubro que una mente, un ente o un colectivo de maromos (o maromas) también disfruta con esta singular práctica, no me queda más remedio que sonreirme y repetirme otra vez que todavía hay esperanza para la humanidad.