.Señora muere en supermercado al gozar demasiado las ofertas de tomate frito



"Señora muere en supermercado al gozar demasiado las ofertas de tomate frito."

Dios mío... ya ha pasado.

No, no, no, no, no puede ser.. ¡no puede ser! ¡Es demasiado pronto! La pequeña todavía no puede mirarse al espejo sin que tengamos que llamar al SAMUR del disgusto que le da. No, por favor. Y el colgao de mi hermano tiene el cuerpo aquí, pero la cabeza todavía anda de viaje sideral. Puf... Algo tendremos que hacer, porque no puedo lanzar la liga de los vengadores de serie B con estos dos como están.


Es lo malo de los superpoderes en el mundo real. Marvel y compañía solo muestran el lado amable de la cosa, lo que mola: los superpoderes. Se dieron cuenta en su día de que no era nada sexy lo de que el profesor Xavier estuviese infestados de tumores, las interminables sesiones de fisio que necesitaba el hombre elástico, las denuncias por acoso a Superman (la visión X, ya se sabe...), el bulling que le hacían a la masa de pequeño, lo de que los Pokemon hubieran salido de la movida de Chernobil... Bueno, me entendéis.

Y claro, aquí estoy yo, con una familia de locos. Un hermano, de tripping, buscando el sentido de la vida donde las lombrices perdieron el habla y la hermanita cabreada con el mundo. Joder, que ya tiene 42 años, que ya iría siendo hora de que se le pase la adolescencia. Pero no, desde el Colegio me dicen que es necesario frenarle el desarrollo, que si no lo de la transformación a Súper Saiyan sale carísimo; que lo de los berrinches de niñata de mierda es la cosa más efectiva y con menos efectos secundarios. Pues a mí no me pareció tan mal cuando le hicimos comerse un chile habanero; pasó lo mismo y además cogió un colorcillo muy gracioso... Y mi hermano, sí, todo esto para que pueda manipular a cualquier ser humano a su antojo a base de dialéctica; y miradas de loco; y sinsentidos. Por lo menos cuando se nos acabe el chollo tendrá curro como captador de socios de ONG; o político.

Llevármelos me los tengo que llevar, no hay más cojones. Mamá ya me advirtió de que si quería salir de casa tenía que ser con ellos, que ella tenía cosas que hacer en Siria y que no podría volver hasta 2015 más o menos. Pues nada, fuera con ellos. Pero necesito ayuda... ¿Seguirán en activo Carlomagno y Su Santidad? Porque me vendrían de puta madre... Por supuesto que son motes; jamás osaría revelar su identidad, ni siquiera en mis propias divagaciones, que soy poco de fiar. A ver si siguen teniendo el mismo teléfono...

-¿Digaaa?

-¿Hola? ¿Carlomagno?

-¡Hostia Lobezno! ¡Cuánto tiempo sin saber de ti! ¿Cómo vas? ¿Qué tal la vida? ¿Disfrutando del retiro?

-Sí tío, la verdad es que todo muy bien, pero oye, una cosa... Ha pasado lo de los tomates...

-No me jodas... ¿Lo de los tomates, seguro?

-Sí sí, tal cual. Te leo el titular: "Señora muere en supermercado al gozar demasiado las ofertas de tomate frito." Es como decía la profecía.

-Pues sí que estamos jodi... Oye, que mira, estoy muy liado, que hoy tenemos demasiadas comidas y Su Santidad me está gritando desde la cocina que si no cuelgo va a poner mis huevos picaditos en la lasaña de mañana. ¿Has hablado con el jefe?

-¿Comidas? ¿Cocina? Con el jefe había pensado en hablar después de vernos. Un Skype o algo.

-Sí a ver, es que... ¡QUE YA VOY! Que ahora tenemos un bar. Ya sabes, para disimular... Pásate y hablamos con más calma, ¿vale? Y te invito a comer. Te telepateo la dirección.

-Ok, seremos tres, ¿va? ¡nos vemos!

Este Carlomagno... ¡Un bar! ¿Quién lo iba a decir? Bueno, pues vamos a ver...

-Hermanitos, ¡poneos las batamantas que tenemos trabajo!

-¡Espera que termino la serie!

-¡Espera que llegue a un punto de guardado!

Esto va a ser muuuuuy complicado... Voy a desconectar los fusibles.

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